Instalaciones

Los Aromos: Complejo deportivo "Washington Cataldi"

 

Está situado en camino Maldonado, en el kilómetro 23 del departamento de Canelones y su área total es de de 4 hectáreas. Fue adquirido por el club en el año 1945 bajo la presidencia de Dr. Constante Turturiello y habiendo iniciado su vida activa dos años más tarde, se erige el principal centro de entrenamientos (se alterna eventualmente con el Centro de Alto Rendimiento) y lugar de concentración del plantel principal.

Además de los campos de juego donde se realizan entrenamientos y partidos de práctica se alza la construcción que da lugar a una sala de juegos, comedor, cocina, sala de videos, gimnasio, vestuarios y dormitorios. A su ingreso se destaca un busto que recuerda al Presidente Washington Cataldi descubierto en 1999.

Las tareas de mantenimiento del predio están a cargo de un funcionario denominado ‘Intendente de Los Aromos’, cargo que en la actualidad desarrolla el ex jugador, Jorge “Bomba” Villar. 

El 18 de julio del año 2002 se situó en Los Aromos un monumento de tres metros de altura que homenajea a Pablo Javier Bengoechea, símbolo de las últimas conquistas destacadas del Club Atlético Peñarol.

A fines del año 2011 se realizó una serie de importantes reformas que completan la primera parte de una reestructuración que busca convertir nuevamente el predio en un lugar de concentración del mejor nivel continental.

El teléfono del Complejo es 2 288 40 02.


Centro de alto rendimiento:

 

El complejo deportivo consta de cinco canchas de césped natural (una de ellas de medidas reglamentarias y dos iluminadas), una cancha indoor de césped sintético y un edificio principal donde se han montado vestuarios, una sala de musculación, una sección de oficinas y una sala de conferencias utilizada para eventos destacados tal como ha sido la presentación de la indumentaria 2010.

Las obras fueron inauguradas el 28 de Setiembre de 2009 y se estiman aproximadamente por un valor de un millón de dólares. Se han desarrollado en un predio de 6.5 hectáreas ubicado en el kilómetro 25.500 de a Avenida Giannattasio.

Las instalaciones son utilizadas generalmente por los juveniles y en ocasiones el plantel principal del Club Atlético Peñarol realiza allí sesiones de entrenamiento y partidos de prueba.

Características de las canchas:

Suelo: La base de arena hace que tenga un excelente drenaje natural, siendo un material poco compactable (ideal para el desarrollo radicular) y con alta velocidad de infiltración. El recrear estas condiciones de drenaje que aquí se dan naturalmente en otro terreno tendría un costo de 100.000 dólares por cancha.

Riego: Se cuenta con un pozo de 20.000 lt/hr, y un depósito de 100.000 litros, de donde se bombea. La cancha 1 tiene un sistema de riego automático con controlador computarizado. El resto cuenta con equipos de riego móviles para cubrir todas las necesidades.

Equipos de corte: Hay máquinas de corte helicoidal automotriz, que permiten realizar un mejor corte, ajustando la altura del mismo a las distintas necesidades según la época del año.


Palacio Peñarol:

 

En más de un siglo de historia la máxima obra de infraestructura que tuvo el Club Atlético Peñarol se encaró a fines de la década de 1940 y demandó casi diez años de idas y vueltas, propuestas y contrapropuestas, hasta que por fin estuvo operativa, hablamos del Palacio Peñarol, centro social y lugar de actividades deportivas en la ciudad de Montevideo.

Todo comenzó en el año 1945 cuando la Asamblea Social del Club Atlético Peñarol aprueba la iniciativa de compra del predio de 3.986 m2 entre las calles Magallanes, Minas y Galicia a un costo de $ 148.067, el dinero fue recaudado gracias al aporte de los hinchas de la institución que se sumaron a la denominada “Campaña del Metro Cuadrado” y el terreno pasaba a ser propiedad Carbonera desde 1946.

A partir de allí comenzaba la necesidad de encarar las etapas de construcción, que según se había proyectado requerirían de 2 millones de pesos, monto fuera del alcance de un Club cuyo capital ascendía apenas a $ 500.000.


Desde el año siguiente a la compra comienza el trabajo de una Comisión Técnica que tendrá por objetivo la elaboración de un plan económico sustentable para iniciar las obras, año tras año las propuestas se sucedieron.


En 1947 aparece el Primer Plan Económico, planteaba financiar la construcción mediante el apoyo estatal, beneficiándose de la emisión de títulos de deuda pública por $ 2.000.000 que serían cubiertos por Peñarol con el pago de $ 120.000 anuales durante 30 años, aplicando entre sus asociados una sobrecuota de $ 0,20 al mes. Como contrapartida social se planteaban becas para niños pobres, baños de uso público en el predio y la utilización del gimnasio para alumnos de Primaria. La opción quedó descartada con el cambio de gobierno en Uruguay y la constante postergación del ingreso del Plan de Obras Públicas al Parlamento.


Hubo que desarrollar una nueva alternativa y así surgió el Segundo Plan Económico en 1948, en este caso se desestimaba el aporte del estado y se basaba la financiación en un préstamo del Banco Hipotecario por $ 700.000 que se encararía aplicando una sobrecuota de $ 0,15 y definiendo la figura de Socio Fundador con aportes de $ 10.000 otorgándoles el beneficio de dos entradas permanentes durante 20 años. Las limitantes en el otorgamiento del préstamo impidieron seguir adelante con esta opción.


Surge aquí un cambio de visión, el proyecto tuvo constantes mutaciones, el elevado costo proyectado era imposible de afrontar y se decidió priorizar la construcción del estadio cerrado, dejando para más adelante el área social; esto debía reducir las pretensiones económicas casi a la mitad.


Para 1950 se define el Tercer Plan Económico, se centraría en la obtención de un préstamo del Banco Hipotecario por $ 600.000, apareciendo la figura de Socio Estadio en dos categorías con diferentes beneficios: 50% de descuento en espectáculos o entrada libre a los partidos de básquetbol, de esa forma se recaudarían $ 25.000 al año. El plan se puso en marcha y comenzó la recaudación de ingresos a medida que avanzaban muy lentamente las negociaciones con el Banco.


En el año siguiente comienzan a recibirse propuestas para la obra que son rápidamente descartadas pues planteaban costos imposibles de encarar, nuevamente superiores a los privativos 2 millones de pesos y se resuelve plantear la construcción exclusiva del estadio cerrado en una primera etapa con costo de $ 1.200.000 y una segunda etapa futura a desarrollar en 1955 de $ 1.000.000. Hacia 1952 comienzan los primeros trabajos de limpieza del terreno y se define el proyecto definitivo presentado por la constructora Saldum-Mato y la empresa Gesto y Ferraro.


El Cuarto Plan Económico, y definitivo, estipulaba que debían reunirse $ 1.375.000 en un lapso de dos años, el préstamo todavía no se había conseguido y las posibilidades parecían mínimas hasta que se planteó el esfuerzo necesario: todos los socios, sin distinción, debían abonar una sobrecuota de $ 0,50, importante aumento para los valores de la época. El sacrificio fue aprobado por la Asamblea en julio de 1952 y supuso además la acción justa para destrabar las negociaciones que permitieran el crédito.


Con lo recaudado por la sobrecuota el Club recaudaría $ 260.000, con el crédito del Banco Hipotecario aprobado el 3 de octubre en el que se pusieron como garantía los inmuebles del club (sede de calle Maldonado, Las Acacias y Los Aromos) otros $ 600.000, con préstamos de otras entidades como el BROU $ 300.000, con la venta anticipada de plateas que se había implementado en 1950 $ 100.000, con arrendamientos anticipados a empresas (Coca-Cola, Norteña, Conaprole, Sorocabana) $ 85.000 y finalmente con una colecta popular para el techo del estadio $ 25.000.

En un esfuerzo sin precedentes el Club aportaba casi el 40% del capital, los ingresos producto del usufructo mismo del estadio cubrirían intereses y amortizaciones; el 16 de septiembre de 1952 comenzaban en la manzana de Magallanes, Minas, Galicia y Cerro Largo las obras que no se detuvieron en ningún momento hasta el 12 de julio de 1955, cuando se inauguraba el Palacio Peñarol.


La cancha de básquetbol corona el edificio y fue sede de las competiciones del Club Atlético Peñarol en esta disciplina a lo largo de su historia, pero es además multipropósito pues sirve como recinto para albergar espectáculos de variada naturaleza.


Hacia 2008 fue restaurado pues el paso de los años había dañado la fachada que fue pintada nuevamente con los colores del Campeón del Siglo.


Es tal su magnitud que cobija las oficinas administrativas de la institución, es decir que es ni más ni menos que la Sede Social del Club Atlético Peñarol. También allí se encuentra el Museo Carbonero, la Sala de Reuniones del Consejo Directivo y la Sede del organismo social "Peñarol Solidario".



Las Acacias: Estadio Cr. José Pedro Damiani

 


Era 19 de Abril de 1916 y se inauguraba el ‘Campo de Deportes Las Acacias’, como no podía ser de otro modo, se hacía con un 3 a 1 sobre el eterno rival.


No fue el único estadio de la institución, puesto que entre 1921 y 1933 se utilizó el escenario de Pocitos, actualmente inexistente y escenario del primer gol de la historia de la Copa del Mundo. Se trataba de un campo contiguo a la estación de trenes con un amplio portón que marcaba el ingreso, cuentan que los tablones del graderío de Las Acacias fueron trasladados hacia la cancha de Pocitos para su utilización. Hoy en Las Acacias se erigen el palco y el portón de entrada que nueve décadas atrás eran parte del campo hoy día desaparecido.


El estadio con capacidad para 12.000 personas propiedad del Club Atlético Peñarol. El escenario se encuentra en la dirección Posolo 4097, en el barrio Marconi, sobre la Avenida de Las Acacias, en el departamento de Montevideo, la capacidad de convocatoria del primer equipo hace imposible que allí se disputen encuentros de la primera división, por lo que se utiliza frecuentemente para los partidos de juveniles, siendo el Estadio Centenario el lugar donde Peñarol desarrolla su localía.

No obstante durante la década del ’90 el club ofició como local en el Estadio Damiani, consiguiendo allí varios triunfos en el camino del Segundo Quinquenio.


Museo:

 

Abrió sus puertas a la parcialidad Carbonera el 28 de Setiembre de 2001 y está ubicado en la manzana urbana que comprende el Palacio Peñarol teniendo su ingreso por la calle Cerro Largo.

Repasa por medio de documentos, copas, fotografías y camisetas la vida del Club Atlético Peñarol. Es visita obligada para todo Aurinegro que quiera bucear en las páginas de la gloriosa historia de la institución.


Fue recientemente reacondicionado y está en constante evolución, se encuentra a cargo de la Comisión Pro Museo que componen Walter Rellán, Daniel Brusich, Juan Carlos Cibic y Uriel Cancela.

Generalmente en sus salas se realizan conferencias de prensa y se le da la bienvenida a los nuevos futbolistas del club.

Actualmente se están encarando acciones destinadas poner a punto una sala multipropósito contigua, se pretende albergar allí exposiciones periódicas de diferentes temáticas que en la actualidad no pueden celebrarse por falta de espacio físico.


El Museo está abierto los días viernes de 13 a 17, los sábados de 11 a 18 y los domingos de 11 a 15. Los socios tienen libre acceso, mientras que los no socios tendrán un costo de la entrada de $50.




Colegio Frank Henderson:

 

Ubicado en el departamento de Canelones, en la Avenida James Summers y a escasos metros del Centro de Alto Rendimiento el edificio da cobijo a chicos de las divisiones formativas del Club Atlético Peñarol que reciben dictado de clases en sus instalaciones.

 

El recinto es administrado por la Fundación Peñarol Siglo XXI y se compone de salas de lectura, recreación, informática y alimentación además de los dormitorios de los chicos.

En Diciembre de 2009 se graduaron los primeros 23 jóvenes que culminaron sus cursos de informática en el instituto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

.

.